jueves, 12 de abril de 2018

Pintura renacentista española


Con clara influencia del Renacimiento italiano, en la península ibérica este estilo artístico se desarrolló durante el siglo XVI. Una de las principales características es la temática religiosa, aunque también se producen retratos vinculados con la Corte y, en menor medida, se abordan paisajes, mitología o historia.
La pintura renacentista española está dividida en tres etapas (aproximadamente de 30 años cada una):

1. Primer tercio del siglo XVI
A las pinturas flamencas y góticas se le añaden elementos de inspiración italiana. Es a través de Valencia por donde penetra el Renacimiento en España. Los primeros exponentes de esta corriente serían un padre y su hijo: Rodrigo y Francisco de Osona.

2. Segundo tercio del siglo XVI
Bodas místicas del venerable Agnesio, obra de la pintura renacentista española
“Bodas místicas del venerable Agnesio”, Juan de Juanes
En esta fase la influencia es directa de Leonardo da Vinci y de los primeros esbozos del manierismo toscano. Vicente Macip y su hijo Juan de Juanes son los encargados de divulgar este estilo. Destaca la producción artística de Sevilla (rica gracias al comercio con las Indias).



3. Último tercio del siglo XVI
La mayor influencia en este periodo es, sin duda, la de Miguel Ángel. El retrato es la pintura renacentista española por excelencia y el tema religioso es predominante. El artista más destacado de esta época es El Greco.
“La pintura es poesía muda; la poesía, pintura ciega.”

-Leonardo da Vinci-

Obras más importantes de la pintura renacentista española
Los museos que exhiben un mayor número de obras del Renacimiento español son el del Prado de Madrid y el de Bellas Artes de Valencia. También podemos ir a la Catedral de Sevilla y a Toledo (para conocer la obra de El Greco). Las obras más famosas de esta época son:

1. El entierro del conde de Orgaz
El entierro del conde de Orgaz
“El entierro del Conde de Orgaz”, El Greco


Este óleo realizado por El Greco entre 1586 y 1588 tiene 4,80×3,60 metros y es de estilo manierista. El encargo provino de la Parroquia de Santo Tomé de Toledo, donde todavía se encuentra. Representa el milagro del entierro de Gonzalo Ruiz de Toledo cuando San Esteban y San Agustín bajaron del cielo para realizar esta tarea.


2. La Última Cena
La última Cena de Juan de Juanes
“La Última Cena”, Juan de Juanes
Aunque la más famosa obra sobre este hecho pertenece a Leonardo Da Vinci, no es la única pintura alegórica. Dentro del Renacimiento español, Juan de Juanes creó esta escena en 1562, al óleo y sobre una tabla de 116×191 cm. Fue un encargo de la Iglesia de San Esteban de Valencia para su retablo mayor. En la actualidad se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.



3. Virgen de la Leche
Virgen de la leche
“Virgen de la Leche, Luis de Morales”
Esta pintura renacentista española tiene muchos nombres: Virgen de la Buena Leche, Virgen Nodriza, Virgen del Reposo, etc. Se trata de una advocación de la Virgen María mientras amamanta al Niño Jesús. Fue un tema muy común en la época, pero una de las mejores obras es esta de Luis de Morales, que se puede contemplar en el Museo del Prado.





4. El Expolio
El Expolio
“El Expolio”, El Greco
Este cuadro fue pintado por El Greco para la Sacristía de la Catedral de Toledo. Sus medidas son 285 cm de alto por 173 cm de ancho y se realizó entre los años 1577 y 1579. Se trata de una pintura casi “poética” y de una expresión muy elevada.

5. Adoración de los Pastores
Adoración de los pastores
“Adoración de los pastores” Paolo de San Leocadio
Fue realizada en 1472 por Paolo de San Leocadio y es uno de los primeros ejemplos de la pintura renacentista española. El artista la creó para acreditarse para luego poder pintar el presbiterio. Está en la Catedral de Santa María de Valencia.



6. La Trinidad

Otro de los cuadros de El Greco que se puede admirar en el Museo del Prado. Es un óleo ejecutado entre 1577 y 1579 para el Monasterio de Santo Domingo de Silos de Toledo. Representa a Dios Padre sosteniendo a Jesucristo muerto y sobre ellos aparece el Espíritu Santo en forma de paloma. En los laterales se pueden ver ángeles en diferentes posturas.