Óleo sobre lienzo pintado por Pablo Picasso durante los
meses de junio y julio de 1907. Con una gama de colores rosa, ocre, azul y
blanco. Lo podemos ver en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Sobre el
título “Las señoritas de Avignon”, recordar que Picasso no solía poner títulos
a sus obras inmediatamente y a esta le ocurrió lo mismo; cuando Picasso la
presenta a sus amigos era una obra sin título, y se cree que fue su amigo
Apollinaire quien la denomino “El burdel filosófico “ y después André Salmon
quien la llame “Les demoiselles d'Avinyó”, en referencia a una calle de
Barcelona, en la que había prostíbulos; la calle era poco conocida y pronto se
empezó a confundir con el nombre francés Avignon, tan cercanos en la
pronunciación. Picasso guardo el cuadro hasta que en 1916 se expone por primera
vez en el Salón d’Antin. Ocho años más tarde, Picasso lo vende a Jacques Doucet
por un precio no muy elevado, que lo exhibe en el Petit Palais en 1925. En 1937
lo compra Germain Seligmann, por 150,000 francos. Después estuvo expuesto en la
galería estadounidense Jacques Seligmann, en una exposición titulada “20 Years
in the Evolution of Picasso 1903-1923”.
En la
pintura se puede apreciar a cinco mujeres desnudas y un bodegón compuesto por
algunas frutas: una raja de sandía, un racimo de uvas, una pera y una manzana,
todo ello sobre una mesa tapada con un mantel arrugado de color blanco. De las
cinco mujeres hay tres que tienen caras especiales, como si en realidad
tuvieran máscaras sobre el rostro. La mujer de la izquierda parece que entra en
la habitación y sujeta un cortinón con su mano izquierda alzada. La figura que
está a su lado tiene una perspectiva muy especial. A primera vista parece que está
de pie, aunque con una postura forzada. Si el espectador se abstrae en esta
sola figura puede ver que Picasso la pintó tumbada y vista desde arriba, con su
brazo derecho doblado tras la cabeza y una pierna cruzada sobre la otra. A
continuación, la mujer que está en el centro levanta los brazos doblados por
detrás de su cabeza. En la esquina de la derecha está la única figura sentada,
en una posición anatómicamente imposible, de espaldas al espectador, pero con
la cabeza completamente de frente. Tras ella se encuentra la quinta mujer, de
pie, que también parece descorrer una cortina.
La pintura siempre ha representado un elemento del arte que proporciona una agradable satisfacción al ser humano. En España los artistas se destacan de manera extraordinaria, un artista muy reconocido actualmente es Gabino Amaya Cacho.
ResponderEliminarFelicidades por tu blog, muy interesante.
ResponderEliminarEstaba buscando información referente al arte y me encontré con este interesante blog.
ResponderEliminarMe gusta mucho este cuadro de Las Señoritas De Avignon.
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